Fue ese negro esclavo, el cautivo más renombrado y admirado de estas comarcas; porque supo dejar una huella imborrable en esta tierra, cuando por valiente, diestro y decidido, integró la partida de yareros y bayameses que a orillas del Guacanayabo combatió al pirata Girón


Es ese elemento de la naturaleza, que no sólo está íntimamente unido al nombre de nuestra “Pequeña Ciudad” y a la propia subsistencia de sus pobladores, sino que también ha sido fuente de inspiración para poetas y artistas plásticos, que han hecho llegar a todo el país, y quizás a otras latitudes, imágenes como estas:


Ese hermoso árbol que abriga bajo sus ramas la imponente escultura de Hatuey, no es un árbol más, puesto que se trata de ese guardián insomne que a lo largo de la historia del pueblo de Yara, señaló el sitio sagrado donde tuviera lugar el sacrificio del gran cacique,