La Luz de Yara

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luz de yara maxEs esa magnífica e inigualable componente de la mitología cubana, por demás: popular, hermosa, conmovedora, atractiva y trascendente como ninguna otra leyenda, que ha suscitado el interés de muchas personas dentro y fuera de Cuba, entre ellas a no pocos patriotas, artistas e intelectuales, que motivados por las variadas lecturas que de ella emanan, han podido apreciar los diferentes matices y mensajes que con ella han viajado desde los lejanos tiempos de Hatuey, y maravillados por la insólita belleza que se desprende de los más variados relatos; descubren en ella la riqueza propia de una obra fabulosa, donde lo mítico y lo real se unen para darle un tono especial a los sentimientos que florecen en la sonrisa del yarero, que orgulloso la hace suya; porque la lleva como parte inseparable de la grandiosa historia que encierra el pintoresco terruño que lo vio nacer. La Luz de Yara anduvo con los aborígenes de aquí, cuando al verse indefensos frente a un enemigo poderoso y cruel contra el cual nada podían hacer, la tuvieron por visión salvadora y depositaron en ella todas sus esperanzas. Anduvo con los criollos que le concedieron poder sobrenatural, y con los patriotas que enarbolaron su nombre como blasón de combate en el batallón y en el Regimiento “Luz de Yara”, durante la guerra grande. Marchó en los corazones de los valientes que en esa misma contienda, machete en mano, se lanzaron con Máximo Gómez a la invasión de Las Villas,  cantando el hermoso himno de combate escrito por El Hijo del Damují: ¡Oh, villareños! la luz de Yara / brilla anunciando la libertad, / en las llanuras de Villaclara / y en las colinas de Trinidad! Y anduvo en la pluma del patriota Francisco Maceo Osorio, cuando en los albores de la guerra del sesenta y ocho escribió sobre ella una versión, que más tarde sería publicada en Estados Unidos.  Su imagen y cometido histórico fueron fuentes de inspiración para el patriota camagüeyano Luis Victoriano Betancourt, cuando en 1874 escribió su hermosa versión, donde la pondera y la define como El Grito de Yara. Su importancia dentro del contexto cultural cubano suscitó el interés de Samuel Feijoo, quién tras acercarse a ella, la sitúa entre los cinco mitos mayores de Cuba. También ella anda con quienes la ven como esa esplendorosa luz que emana de la Revolución Cubana.Se trata de uno de los símbolos más representativos de Yara y que por demás, constituye la obra mayor de la cultura yarense, razones por las cuales preside por derecho propio el patrimonio cultural inmaterial de este legendario pueblo.