Se conoce por tradición al conjunto de ideas, usos, costumbres o actividades que se transmiten de generación en generación ya sea por vía oral, mediante fiestas, en el vestuario, la bebida, la comida y otros aspectos culturales.
El municipio Yara geográficamente ubicado en el corazón de Granma realiza cotidianamente múltiples actividades para mantener, defender y recordar este conjunto de saberes que nos hacen quienes somos y nos proveen de identidad. Yara es un territorio rico en historia y cultura en el cual destacan sus leyendas, comida, música y la calidez de su pueblo.
Esta fue la tierra que albergara el asiento inicial de San Salvador, la segunda villa fundada en Cuba por el adelantado Diego Velásquez. Afirmación sobre la cual se ha establecido una intensa polémica histórica. Existen quiénes aseguran que el primer asentamiento estuvo mucho más cercano a la costa en algún sitio perteneciente a la ciudad de Manzanillo. Otros como Osvaldo Parra Serrano, uno de los historiadores de esta tierra yarense, defienden avalados por estudios y documentos de la época este origen primigenio.
Pero mucho más allá de polémicas fundacionales Yara se ha ganado su lugar en la historia y la cultura cubanas. ¿Quién no ha escuchado hablar de la enigmática luz que aparece al anochecer y pierde al viajero que la observa o del sabroso ritmo que nace del órgano rumba oriental, del Santa Isabel o de la Melcocha Alegres del Paraíso, grupo portador de tradiciones fundado hace 76 años.
A todo ello se suman los artesanos, las mujeres creadoras o la sabrosa mandanga un gustoso rollo de maíz relleno con picadillo que satisface al más hambriento de los comensales.
Tampoco puede olvidarse la fiesta del yarero ausente, habitantes que emigraron hacia otras ciudades y en el marco de la jornada retornan al municipio y festejan en compañía de familiares y pobladores los avances de su antiguo terruño.
Estas son sólo algunas de las múltiples tradiciones que atesora Yara. Es por ello que mantenerlas a pesar de escasez, bloqueo y criticones que sólo observan lo que sale mal sin percatarse que el empeño y la voluntad de cientos de promotores, aficionados, artistas y comunitarios es mucho más poderosa.
Ellos se las arreglan para que cada una de estas tradiciones que identifican al territorio no caigan en el olvido y se pierdan en este nuevo mundo de tecnologías. Pues lo que fuimos, somos y seremos proviene de nuestros ancestros de nuestra cultura e identidad, esa que caracteriza al pueblo de Yara como uno de los más ricos en historia y tradiciones de esta isla caribeña.